martes, 16 de febrero de 2010

"Pasé por varios clubes, pero tengo un sentimiento especial por Estudiantes"


Martín Mazzuco se prendió en una charla con El Clásico y recordó su paso por el Pincha. "Pasé casi dieciocho años adentro del club", dijo el ex jugador. Actualmente, dirige a la cuarta división albirroja tras haber trabajado en novena. "No es fácil ser técnico en Argentina", sostuvo

A punto de cumplir 36 años, ya tiene a su cargo la cuarta división de Estudiantes. A los 10 ya le estaba dando a la redonda con la camiseta del Pincha. Y los 19 saltó por primera vez a un campo de juego de manera oficial, de la mano de Luis Garisto, allá por 1993. Pero su mejor recuerdo data del año 1995, con el Profe Córdoba de técnico, cuando reapareció y jugó como titular frente a Newell’s en lugar de Juan Sebastián Verón. “Fue un sueño: jugar de titular, convertir un gol y ganar”, recordó Martín Mazzuco.

-¿Qué estás haciendo?
-Este año estoy dirigiendo la cuarta de Estudiantes. Arranqué el año pasado con la novena. Pasé de la división más chica a la más grande. El trato por ahí es distinto porque los de cuarta están a un paso de ser profesionales y la novena consta de más docencia y correcciones. En cuarta los jugadores manejan la táctica y estrategia, con lo cual el trabajo es más fácil; aunque uno tiene que ordenarlos y apuntalarlos. Se habla más en cómo desarrollar el juego y no tanto en la técnica.

-Debe ser un cambio raro pasar de jugador a técnico...
-Ser jugador de fútbol fue lo más lindo; no lo cambiaría por nada. Pero son etapas que vas cumpliendo y mi etapa terminó y siempre me gustó el tema de estar involucrado en el fútbol. Uno de las posibilidades es ser técnico y, la otra, representante. A mí me gusta más la parte de técnico porque con el correr de los años fui aprendiendo cosas de diferentes técnicos. Es diferente a ser jugador, pero con los mismo condimentos.

-¿Qué técnicos te dejaron más cosas?
-Estuve con el Profe Córdoba, Russo y Manera, Solari. Siempre intenté sacarle lo bueno y lo malo a cada uno. Porque de lo malo también se aprenden cosas. Independientemente de lo que uno sepa o vea, siempre la palabra de ellos que tienen experiencia, hay que tratar de tomarla.

-¿Qué recuerdos tenés de Estudiantes?
-Yo estuve desde los diez años. Pasé casi dieciocho. No era el club que es hoy en día. Recuerdo cuando debuté por segunda vez -primero había debutado con Garisto en el ‘93- y después volví a hacerlo con el Profe Córdoba en el ‘95. Jugué contra Newell’s en lugar de Verón que tuvo un problema gastrointestinal y tuve la chance de hacer un gol. Fue un sueño: jugar de titular, convertir un gol y ganar. Después queda en el recuero el gol que le hice a Chilavert. Que la gente todavía me lo hace recordar (NdeR: en el Clausura Estudiantes le ganó a Vélez 2-1 con un gol de él y de Leo Ramos de penal). He pasado por varios clubes, pero tengo un sentimiento especial por Estudiantes porque pasé muchos años en el club y conozco a la gente. La cancha, el country. Haber hecho todas las inferiores, haber llegado a Primera y haber debutado fue muy gratificante para mí.

-¿Se extraña la etapa de jugador?
-Sí. El que jugó al fútbol sabe que lo más difícil es dejar. El jugar, concentrar, estar en un vestuario, la utilería; todo sigue por siempre. Porque uno tiene alma de jugador y el sentimiento por jugar, pero son etapas. Aunque no quita que tenga la chispa de querer seguir estando, sabiendo que mi rol hoy es ser técnico.

-Cambió mucho el club desde que vos jugaste hasta hoy, ¿te impactó ese cambio?
-Siempre los cambios que sean para crecer en lo institucional y lo deportivo son buenos. Nosotros entrenábamos en la cancha que en un momento fueron también playas de estacionamiento en 1 y 57. Ibamos a correr al Bosque. Las canchas del country, salvo la de Primera, no se podían usar por diferentes motivos. Hoy en día, tener el country así es algo para valorar. Se lo marcamos a los jugadores todo el tiempo para que vean el lugar de entrenamiento que tienen, que hay algunos equipos de Primera que ni siquiera tienen eso. A mí me pone muy contento porque viví la etapa de no tener televisión en una concentración y hoy el nivel es de primera, a la altura de un gran hotel, y eso hace que el club haya crecido para bien.

-Compartiste el vestuario con Verón, alguien que tuvo mucho que ver con este crecimiento del que hablás...
-A Sebastián lo conozco desde los diez años y tenía la misma humildad que tiene hoy. Yo tengo la misma relación que tenía hace veinte años atrás y creo que a Estudiantes le vino bien porque lo jerarquizó a nivel club, a nivel equipo, dentro de un campo de juego, y es una persona a imitar por cómo se maneja y por cómo juega. Hoy es un orgullo tener a Sebastián (Verón) dentro del club.

-¿Qué fue lo mejor y lo peor que te dejó el fútbol?
-Me dejó tener la chance de vivir de lo que me gusta, ganar campeonatos, conocer gente, tener amigos, viajar. Me dio todo, todo lo que tengo hoy me lo dio el fútbol y después algún sinsabor, pero fueron lo menos.

-¿Soñás con llegar a Primera en un futuro?
-Sí, siempre sueño. Estoy en una etapa de aprendizaje. No es fácil ser técnico en Argentina y en Primera, pero soy joven. Sé que es largo y hoy me toca estar en las inferiores y estoy tratando de aprender de los técnicos de arriba. El día de mañana se verá, mientras tanto, hago docencia y aprendo.

Nadia Teclaff
Diario Hoy

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